lunes, 22 de noviembre de 2010

El uso de la fantasía dirigida y las submodalidades visuales en el tratamiento de las alteraciones disléxicas de la lecto-escritura




Parte I.
La Dislexia y su diagnóstico.


  M. Thomson define la dislexia como "una grave dificultad con la forma escrita del lenguaje, que es independiente de cualquier causa intelectual, cultural y emocional". 


Se caracteriza porque las adquisiciones del individuo en el ámbito de la lectura, la escritura y el deletreo, están muy por debajo del nivel esperado en función de su inteligencia y de su edad cronológica. 


Es un problema de índole cognitivo, que afecta a aquellas habilidades lingüísticas asociadas con la modalidad escrita, particularmente el paso de la codificación visual a verbal, la memoria a corto plazo, la percepción de orden y la secuenciación".


Algunas de las características comunes a las personas con dislexia son: dificultad para expresar pensamientos en forma escrita, problemas en el aprendizaje de las matemáticas, un elevado grado de intuición, problemas para deletrear o separar palabras, dificultad para comprender la lectura, confusiones con el espacio y el tiempo, desarrollo del pensamiento con imágenes en lugar de palabras, dificultad para escribir, un porcentaje elevado de curiosidad y, por lo general, la pertenencia a una familia en la que hay otras personas que padecen de esta enfermedad.


Los signos que pueden tener (algunos de ellos, no necesariamente todos) los niños, según la edad comprendida de los siete a los nueve años, pueden ser:

  • Particular dificultad para aprender a leer y escribir.

  • Persistente tendencia a escribir los números en espejo o en dirección o orientación inadecuada. 

  • Dificultad para distinguir la izquierda de la derecha. 

  • Dificultad de aprender el alfabeto y las tablas de multiplicar y en general para retener secuencias, como por ejemplo los días de la semana, los dedos de la mano, los meses del año. 

  • Falta de atención y de concentración. 

  • Frustración, posible inicio de problemas de conducta.

La observación de  todos los trastornos que desencadenan la dislexia, lleva a algunos autores a pensar que existen dos matices distintos de la dislexia:

  • Dislexia con alteraciones fundamentalmente viso-espaciales y motrices, cuyas características serían: escritura en espejo, confusiones e inversiones al escribir, torpeza motriz, disgrafías


  • Dislexia con alteraciones fundamentalmente verbales y de ritmo, que se caracterizaría por trastornos del lenguaje: dislalias, inversiones, pobreza de expresión, poca fluidez verbal, comprensión baja de las reglas sintácticas, dificultad para redactar y para relatar oralmente.
Este artículo aborda el primer tipo de dislexia, la que presenta alteraciones de tipo viso-espaciales y motrices.

Si se observa a continuación  el resultado de varias pruebas aplicadas a niños de 8 años, de una escuela primaria , pertenecientes al mismo grupo, se encuentra que la escritura en espejo es uno de los signos más comunes, y son en las letras "b", "d", "p" y "q" donde más se observa. Un ejemplo de un alumno con problemas disléxicos en su escritura:


                 El niño pue ida qor la vereba.


La frase  dictada fue "el niño que iba por la vereda".
El orden en las letras para formar se hace evidente por una falta de integración en su percepción.

A continuación puede observarse un problema de integración, en la realización de un dictado a un niño de 8 años con graves alteraciones disléxicas en su escritura.


Se observa el problema de integración; y de falta de reconocimiento del orden en las letras y su ubicación en el espacio (problemas viso-espaciales). Aunque conoce la forma de las letras desconoce su ubicación espacial para formar una palabra.

En un dictado de la misma frase a un niño sin alteraciones se observa:


Esta falta de organización e integración de la percepción se nota en las pruebas de figura humana que se aplican. La figura siguiente es ejemplo de ello:



En este dibujo de la figura humana, de la prueba de Kopitz, puede apreciarse la  dificultad para percibir correctamente las formas humanas, además de la dificultad en el control ojo-mano; por esto tiene dificultad para dibujar.

Este es el dibujo de un niño de la misma edad, pero sin dislexia.



En el dibujo anterior puede apreciarse la correcta percepción del niño. Las formas humanas mantienen un equilibrio, las extremidades son acordes al tamaño del cuerpo y se aprecia más seguridad en los trazos.

En la prueba gestáltica-visomotora de Lauretta Bender,  el niño con problemas disléxicos presenta dificultades para integrar la figura. Ejemplo:


Hay falta de integración, y aunque no se omite ningún punto, el todo está falto de orden.

Mientras el niño sin problemas hace una integración correcta. Ejemplo:


Además el niño puede presentar problemas en su conducta y déficit en su atención. Al no integrarse con sus compañeros por su dificultad lecto-escritora, se aísla, produciéndose rechazo de parte de ellos, lo que se traduce en una inadecuación social. Es necesario que las alteraciones disléxicas se atiendan en tiempo y forma.

Si un niño tiene dificultades con la lecto-escritura y por ello dificultades en su aprendizaje, es necesario descartar una alteración disléxica; pero, hay que ser cuidadoso, pues la presencia de uno o algunos errores de tipo disléxico NO es disléxia. Hay que hacer un buen diagnóstico psicopedagógico. Si el escolar tiene algún tipo de dislexia es necesario corregirla en su debido momento.

Vicente Oltra Abarca menciona que "Es en la escuela donde la dislexia se manifiesta de una forma concreta, ahí se suelen empezar a detectar los síntomas y los problemas, precisamente en las materias que inician fundamentalmente el aprendizaje, la lectura y la escritura, y en ocasiones también afecta el problema a los aprendizajes del cálculo apareciendo una discalculia".

Las alteraciones disléxicas se pueden diagnosticar por las siguientes pruebas:

Para valorar el problema de lenguaje,  la prueba que ofrece Margarita E. Nieto Herrera denominado Exploración del nivel lingüístico en edad escolar, donde se valora el sistema de comunicación gestual, el sistema fonológico y el sistema integrador superior verbal, tiene 14 subtests, e indica la edad y el porcentaje de lenguaje en el niño. Lo que ofrece esta prueba es único, ya que se logra determinar donde se encuentra el problema, con ello se conoce qué procedimientos seguir para el tratamiento.

El área de integración del todo mediante el Test Gestáltico-Visomotor de Lauretta Bender. Esta prueba mide la madurez intelectual del individuo y en un segundo uso indica si hay daño cerebral u organicidad en el paciente examinado.

El test de la Figura Humana de Harris Goodenough evalúa la madurez conceptual para la noción corporal. Es una prueba proyectiva, donde se pueden contemplar algunos aspectos visuales, perceptuales y kinestésicos impropios de la edad y maduración del individuo a través del dibujo de la figura humana. En esta prueba la dislexia sale a flote por la pobre noción corporal que suele tener el sujeto que participa en el test.

El Test del Dibujo de la Familia evalúa tres aspectos: El plano gráfico, que se califica por la localización de las figuras en la página, entre otros aspectos; el plano de las estructuras formales, que observa los detalles y la calidad de las figuras entre otros aspectos, este plano ofrece  pautas de una dislexia; y por último, el plano del contenido, donde el niño representa su entorno familiar.





Bibliografía
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